Así fue 2024: El dinero se abarata, la vivienda se calienta y el mercado laboral bate récords
La frenética pérdida de poder adquisitivo que afrontaron los hogares españoles durante la escalada de la inflación, el problema económico que ha robado el sueño a gobiernos y bancos centrales en los últimos dos años, se detuvo por fin en 2024. El respiro de los precios trajo noticias positivas: el BCE bajó los tipos de interés por primera vez en ocho años, abaratando las hipotecas y abriendo las puertas de la financiación a muchos particulares y empresas que antes la tenían vedada. Sin embargo, ese dinero barato que vuelve a fluir cada vez más veloz por las arterias de la economía no está exento de causar efectos colaterales, y amenaza con tensionar aún más la situación del mercado inmobiliario, que tanto ha dado que hablar en el curso que acaba. España empieza 2025 como la economía que más crece de entre las grandes del euro, con un mercado laboral boyante y una industria turística que bate récords, pero los riesgos a esa bonanza, desde los aranceles de Trump, las guerras sin cerrar en Ucrania y Oriente Medio, o la ralentización de socios comunitarios como Francia y Alemania, siguen latentes. Estos son algunos de los hitos del año que acaba.
