La col es una de esas hortalizas a las que hay que aprender a mirar con otros ojos para ver todo su potencial. La hemos comido siempre requetecocida en sopas y otros potajes y en platos tradicionales como el cocido o el trinxat. Pero lo cierto es que con ella –con todas sus variedades– se pueden preparar ensaladas, salteados y otros platos que nos demuestran que la col no es solo algo blandurrio, de color tristón y con olor sulfuroso.
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11 octubre, 2024