Pocos en Adidas podrían haber previsto que unas zapatillas cuyo modelo original se lanzó para el Mundial de Fútbol de 1950 lograrían tapar el agujero que ha dejado en la marca el final de su colaboración más moderna y rompedora. Pero los caminos de la moda son así. La marca de las tres rayas está consiguiendo dejar atrás a Yeezy, su lucrativa colaboración con el rapero Kanye West —ahora conocido como Ye— gracias a la salida progresiva del inventario que le quedaba y, sobre todo, al tirón de sus modelos originals, como las Samba. Aunque sus beneficios se achican, las previsiones de pérdidas de hasta 700 millones que hacía a principios de año ya son cosa del pasado, y la compañía alemana está logrando convencer a los mercados de que ha superado el bache.
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2 noviembre, 2024