Cosméticos que son una cura de sueño para la piel

En general, ‘oscuridad’ es una palabra negativa. Una palabra que pesa, es triste y arrastra a otras palabras consigo hacia el fondo. Oscurantistas”, escribe Sigri Sandberg en su ensayo Oda a la oscuridad, “solo ahora, en el último segundo de la historia de la humanidad, a alguien se le ha ocurrido insinuar que tal vez la oscuridad también sea importante”. La noche, que presenta otros muchos atractivos, es clave para la fase de recuperación de la piel. “Por el día estamos expuestos mayoritariamente a agentes externos”, explica Ana Montes, formadora de Ulé, “a radiación ultravioleta, a la contaminación, quizá al tabaco o a otras impurezas del ambiente. La piel está en modo defensa, protegiéndose de todo”. En la epidermis, la capa más superficial, se produce más sebo para que actúe como una barrera. “Las células se renuevan con menor frecuencia”, añade Montes, “pero por la noche pasa todo lo contrario. Entonces las células, que ya no tienen que defenderse de esos agresores, aprovechan para regenerarse y reponerse; se estimula la renovación celular, se eliminan las toxinas que se han depositado o que se han generado a lo largo del día, se recupera el daño oxidativo o la función barrera para prepararla para el nuevo día”. Siempre que se descanse lo suficiente.