Tras cercarlo durante cinco días, el ejército israelí ha entrado la madrugada de este miércoles con tanques y soldados en el mayor hospital de Gaza, Al Shifa, que alberga a más de 2.000 personas, entre pacientes, personal médico y, sobre todo, civiles que buscan cobijo de los bombardeos. Los blindados permanecen apostados frente a algunos edificios, mientras decenas de militares efectúan interrogatorios y registran salas y sótanos de una parte del hospital. Los soldados, algunos de ellos encapuchados y lanzando disparos al aire, buscan milicianos en las estancias, cachean a mujeres y niños y obligan al resto a pasar por un sistema de reconocimiento facial, informa la Agencia France Presse. También piden a todos los varones de más de 16 años que salgan al patio con las manos al aire para rendirse.