Hoy ya nadie puede discutir que el Manchester City es un modelo a seguir, tanto en lo deportivo, como ahora también en lo económico.
El club cerró 2022-2023 con la facturación más alta jamás obtenida por un club de la Premier League (964 millones de euros al cambio) y un beneficio que doblaba al del ejercicio anterior, con 92 millones de euros.
De hecho, ya prácticamente ha absorbido todas las pérdidas que soportó durante la pandemia y el escenario que se le abre es optimista.
Este verano volvió a hacer caja con la venta de varios futbolistas y eso allana que definitivamente queden atrás los números rojos.
Hoy, además, parece discutible sostener que los citizen no podrían reemplazar los patrocinadores procedentes de Abu Dhabi por otras marcas de gran consumo.
Ahora, el siguiente gran desafío de Ferran Soriano es conseguir que el conjunto del City Football Group, donde ya rondan la docena de clubes, también sea capaz de esquivar las pérdidas.
Y ahí tiene un papel fundamental el buen hacer del Girona FC, que con una potencial clasificación para Europa ayudaría a alimentar el negocio de un holding que en conjunto hace tiempo que superó los mil millones de facturación anual, casi el mismo importe que ha perdido en diez años para crear el que hoy probablemente es el proyecto futbolístico más atractivo de Europa.