El sector del juguete parece haber alcanzado la tranquilidad. La sucesión de pandemia, colapso en la cadena de suministros, aumentos de costes del transporte, las materias primas y la energía, las expectativas para 2023 pasan por la regularización tanto en la producción como en la distribución. No obstante, los datos demográficos españoles inquietan a fabricantes y distribuidores, que constatan una pérdida de clientela. “Si al descenso de la natalidad le unimos unos consumidores que dejan de ser niños cada vez a edades más tempranas”, ha manifestado hoy Fernando Pérez, de la consultora Circana, “el juguete solo puede crecer aumentando el gasto por niño”, menor que en otros países de Europa, “o bien incorporando a nuevos consumidores, en este caso adultos”.
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14 octubre, 2024