El Tribunal Supremo del Reino Unido ha confirmado la ilegalidad de las deportaciones a Ruanda de solicitantes de asilo que lleguen de manera irregular a territorio británico, declarada por la justicia en junio pasado. El Gobierno de Rishi Sunak había acudido a la más alta instancia de la justicia británica, en un intento de salvar una estrategia de inmigración duramente criticada por la organizaciones humanitarias y que ha tensionado en su interior al propio Partido Conservador. La ex ministra del Interior, Suella Braverman, destituida esta misma semana por Sunak, encabezó al ala dura del partido en su reclamación a Downing Street de que ignorara la legalidad internacional y forzara las primeras deportaciones. Hasta la fecha no ha salido un solo vuelo.
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4 octubre, 2024