Las vías pecuarias son antiguas rutas tradicionales utilizadas durante siglos para el pastoreo y el desplazamiento del ganado entre zonas de pasto y abrevadero, que han desempeñado un papel fundamental en la historia agrícola y ganadera de muchas regiones. Son un componente fundamental del patrimonio rural y cultural.
La Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos (PICP ) ha alegado al Real Decreto por el que se desarrolla la Red Nacional de Vías Pecuarias que impulsa el Ministerio de Transición Ecológica para exigir concreción en los procesos de recuperación y la continuidad de trazados.
La PICP propone que el Estado administre, gestione, coordine y supervise los procesos de recuperación de trazados que discurran por más de una comunidad autónoma para garantizar la coherencia, continuidad y conectividad de la Red Nacional.
Se evitaría así que en una región el trazado se encuentre en óptimo estado para uso ganadero y complementario y en otra la misma vía pecuaria se encuentre inaccesible por omisión de las obligaciones del Gobierno autonómico. La PICP exige asimismo «procedimientos exprés» para recuperar de oficio trazados en un plazo máximo de 24 meses.
Estas vías, a menudo lineales, suelen atravesar paisajes variados, incluyendo campos, bosques y zonas de pasto. Aunque históricamente han estado vinculadas principalmente al movimiento del ganado, su importancia se ha ampliado en tiempos más recientes para incluir otros usos, como corredores ecológicos, rutas recreativas y senderos para la práctica deportiva.
En muchos casos, las vías pecuarias han sido designadas como bienes de dominio público, lo que significa que son de propiedad colectiva y están destinadas al uso común. Estas rutas desempeñan un papel crucial en la preservación de la biodiversidad al facilitar la conectividad entre diferentes hábitats, permitiendo el flujo genético y la migración de especies silvestres.
Sostenibilidad abiental y cultural
En el contexto de la gestión moderna del territorio, la conservación de las vías pecuarias se ha convertido en un asunto relevante. La presión urbanística y la transformación del paisaje rural han llevado a la pérdida o usurpación de algunas de estas rutas. Su preservación se ha convertido en un objetivo clave para garantizar la sostenibilidad ambiental y cultural, así como para mantener la función tradicional de estas vías en la gestión ganadera extensiva.
La Plataforma, que incluye a asociaciones, clubes deportivos y otras entidades para la defensa de las vías pecuarias a nivel estatal, pone énfasis en los usos complementarios ligados a estos bienes de dominio público como corredores para la biodiversidad y para la práctica deportiva, y demanda plazos para recuperar de oficio «el patrimonio caminero que se encuentra usurpado» en buena parte de los casos por grandes propietarios.
El objetivo de las alegaciones es «salvaguardar estos recursos públicos básicos para la ordenación del territorio, la preservación de la naturaleza y de la infraestructura auxiliar que atesora, la articulación entre comunidades autónomas, y el desarrollo sostenible de los municipios que conectan».
El inventario de estos bienes de dominio público ha motivado otra alegación de la Plataforma, que aboga por no restringir a las comunidades autónomas la inclusión de vías pecuarias en la Red Nacional, y que de forma argumentada puedan la ciudadanía y los agentes sociales solicitar de oficio la incorporación de estos trazados al inventario.
También se insta a que el informe preceptivo que se solicite a las comunidades autónomas sea preceptivo pero no vinculante. En el apartado de organizaciones afectadas, la PICP pretende que entre ellas se cite a las de defensa del Medio Ambiente y las vías pecuarias en los procesos de escucha y audiencia.
«Una realidad actual y viva»
Dentro del programa de acción, la Plataforma ha alegado reclamando ambición al Gobierno de España para iniciar «dentro del primer año» la recuperación de oficio de todas las vías pecuarias de la Red Nacional ocupadas o usurpadas. Reclama «estudiar qué tramos necesitan alternativas de trazado por ubicarse el trazado histórico ocupado por infraestructuras» y que se reconozca la validez de los deslindes antiguos.
«La ley considera las vías pecuarias como elementos del patrimonio natural y de la diversidad cultural, que contribuyen al mantenimiento de la actividad ganadera extensiva y al desarrollo rural sostenible. Además, la ley reconoce su papel como corredores ecológicos, ya que favorecen la conectividad entre los espacios naturales y la conservación de la biodiversidad», señala la PICP.
De esta manera, desde la PICP pide que se priorice la conectividad entre los espacios integrados en la Red Natura 2000 y que los mismos sean integrados en la Red Nacional de Vías Pecuarias, garantizando de esta manera una especial atención a su estado de conservación.
Respecto al Fondo Documental de Vías Pecuarias, la PICP pide que continúen actualizándose con las referencias de archivos municipales, históricos nacionales y cualquier otra fuente que pueda tener información sobre vías pecuarias, tomando en consideración que estos bienes de dominio público son «una realidad actual y viva, imprescindible en la articulación del territorio».
De igual modo, la PICP alega para que se haga accesible por vía telemática a la ciudadanía la documentación relativa a las vías pecuarias, con visores en los que pueda accederse a los procesos de clasificación y deslinde, así como a las actuaciones para revertir usurpaciones de trazados.
Por último, la PICP ha solicitado la creación del Comité de Vías Pecuarias, integrado por las organizaciones que defienden esos trazados y la conservación del medio ambiente.
Información sobre la Red General de Vías Pecuarias: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/servicios/banco-datos-naturaleza/informacion-disponible/vias_pecuarias.html
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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es