El zapatismo irrumpió en la escena política de México la madrugada del 1 de enero de 1994, cuando miles de combatientes indígenas se levantaron en armas y tomaron cinco cabeceras municipales de Chiapas, en el extremo sur del país. Desde San Cristóbal de las Casas, los rebeldes se presentaron al mundo con una declaración de guerra al Gobierno mexicano y definieron su origen en los procesos históricos que, desde la Conquista, resultaron decisivos para el alzamiento. “Somos el producto de 500 años de luchas”, explica la Primera Declaración de la Selva Lacandona, que llamó a unirse a la insurgencia y reivindicar los derechos que les han sido negados históricamente: “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”.
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11 octubre, 2024