Frenkie de Jong no pudo celebrar su regreso a los terrenos de juego como le habría gustado. La ‘fiesta’ tenía todos los ingredientes para ser perfecta: brazalete de capitán y reciente paternidad. Sin embargo, el empate de su equipo en Vallecas dinamitó lo que habría sido una tarde feliz. El neerlandés lo dio todo sobre el césped, donde aún sin ritmo competitivo demostró unos incuestionables galones.
Por sorpresa de todos, Xavi alineó a Frenkie de inicio. Tras dos meses en el dique seco, el técnico se atrevió a introducir ya de entrada al centrocampista. Una decisión poco prudente, aunque es cierto que De Jong no venía de una lesión muscular, remarcable atenuante. Ante las bajas de Ter Stegen y Sergi Roberto y la suplencia de Araujo, el holandés se enfundó el brazalete de capitán. Era la primera vez que lo lucía desde el inicio.
No tardó Frenkie en demostrar que con él -y con Pedri- vuelve el criterio y el orden en la base de la jugada. Cerquita de los centrales y formando triángulo con ellos, el neerlandés asumió la batuta con gran personalidad. Eso sí, cometió en los primeros instantes una peligrosa pérdida en el balcón de su propio área que cerca estuvo de provocar el 1-0.
El ’21’, que a principios de semana fue padre por primera vez, perdió algo de fuelle a medida que corrían los minutos aunque en el tramo final volvió a sacar su gran capacidad aeróbica para liderar alguna conducción vertical de las suyas. En una de ellas incluso forzó una amarilla.
«No he estado fino»
Seguramente el plan era dosificar a Frenkie, aunque la urgencia en el marcador trastocó los planes. De hecho, resultó sorprendente que Pedri abandonara el terreno de juego antes que el holandés. Pero De Jong se sentía bien y cuando el envite se rompió fue de los pocos que aguantó el ida y vuelta. Tanto es así que fue designado ‘MVP’ del partido.
Tras el encuentro, no obstabte, el neerlandés quiso ser autocrítico con su rendimiento. «Hoy no he estado fino, no me he encontrado bien», explicó en los micrófonos de ‘DAZN’.