Hasta hace cinco años, la vida privada de Jeff Bezos era así: privada. De hecho, buscadamente privada. Poca prensa más allá de la salmón sabía apenas algo de la existencia del fundador de Amazon, hoy el tercer hombre más rico del mundo. Su información personal era la que la empresa difundía a través de sus comunicados: casado, cuatro hijos, vive en Seattle. Pero, a principios de 2019, un divorcio y, a la vez, un nuevo romance pusieron su mundo patas arriba. Y en este lustro ha quedado demostrado que su relación con Lauren Sánchez —la que primero fue la esposa de un amigo, luego amiga, después novia, ahora prometida y en unos meses esposa—, lejos de ser un capricho, se ha convertido en el catalizador de su cambio de su vida.
Historias relacionadas
10 noviembre, 2024