La diseñadora Stella McCartney (Londres, 52 años) es conocida por su compromiso con el medio ambiente y su constante búsqueda de una forma sostenible de hacer moda. Nunca ha empleado la piel de animal en sus diseños y apuesta por tejidos novedosos, como el poliéster reciclable, la piel extraída de setas y las lanas de bajo impacto ambiental. La hija de la leyenda de los Beatles Paul McCartney es un ejemplo de respeto al entorno en su industria, pero ahora hay quien se cuestiona si ese respeto lo traslada también al ámbito personal. La pregunta surge después de que los planes de McCartney y su marido, Alasdhair Willis, director creativo de Adidas, de construir una mansión de cinco millones de libras (más de 5,7 millones de euros) en Tierras Altas (Escocia) haya sido puesto en duda por su impacto ambiental.