Los liberales de derecha (VVD), que han gobernado sin interrupciones en Países Bajos durante los últimos 13 años, no quieren participar en el próximo Ejecutivo. Quedaron en tercer lugar en las elecciones legislativas del pasado miércoles, ganadas por el ultraderechista Geert Wilders, y prefieren apoyar desde fuera al nuevo Gabinete que este trata de formar. Dilan Yesilgöz, la líder liberal, ha asegurado su respaldo a “propuestas constructivas” de los ultras, pero para sorpresa de muchos, ha subrayado que lo hará “sin estar en el Gobierno”. La decisión del VVD complica la formación de una coalición de gobierno encabezada por Wilders. Además, otro de sus posibles socios, Nuevo Contrato Social, no ha sido claro en su apoyo, ya que su líder, el antiguo democristiano Pieter Omtzigt, ha afirmado que la situación es “muy difícil”, sin concretar si baraja entrar en una coalición con Wilders y su Partido por la Libertad (PVV). Este viernes han arrancado las conversaciones con el nombramiento de la figura del intermediario, un senador encargado de sondear a los partidos para establecer si hay puntos en común para negociar una coalición.