Los espacios ficticios de Vera Lutter
A mediados de los años noventa la escultora Vera Lutter (Alemania, 64 años) se trasladó a Nueva York. Instalada en el piso 27 de un viejo edificio del Distrito Garment y con el fin de captar la intensidad de un paisaje mucho más agitado y denso que el que le ofrecía el Viejo Mundo, decidió convertir su apartamento en una cámara oscura. Selló todas las rendijas de luz, de manera que esta solo pudiese entrar por un fino agujero perforado en una ventana ennegrecida. En la pared de enfrente colocó un papel sensible a la luz. El escenario quedó montado. Poco a poco la luz haría su actuación y el mundo exterior se proyectaría de forma invertida en el papel fotográfico.