Conceptos como “exigencia”, “cumplimiento” o “ejecución” han llenado desde el minuto uno las explicaciones de los partidos periféricos sobre los que el PSOE cimentó la mayoría de la investidura y que siguen siendo claves para el recorrido de la legislatura. Poco más de una semana después de que el Congreso eligiera a Pedro Sánchez, Esquerra, Junts y el PNV han mostrado que no piensan bajar la presión y han optado por darle una vuelta de tuerca a la escenificación de su condición de árbitros. Por un lado, el Gobierno catalán ha celebrado este jueves una reunión extraordinaria donde, entre otras cosas, ha designado al exconsejero de Convergència Pere Macias nuevo comisionado para que pilote el traspaso de Rodalies y ha dado tres meses al departamento de Economía para tener lista la propuesta de “financiación singular para Cataluña”. Bilbao, por otra parte, acogerá este viernes una reunión entre el PNV y Junts, que deciden así blandir la misma alianza mostrada en septiembre y apuntalan una nueva alianza de presión a Sánchez.
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14 octubre, 2024