La estrella del culturismo, Jo Lindner, con más de nueve millones de seguidores en Instagram, falleció en los brazos de su novia tras sufrir un aneurisma. La repentina muerte del alemán ha vuelto a despertar la polémica sobre el consumo de sustancias en la disciplina. En los últimos días, el atleta había expresado retomar la terapia de reemplazo de testosterona.
«He tratado de parar, sé que puede tener efectos a largo plazo en tu vida», decía el joven de 30 años en sus redes sociales. Esta pérdida se suma al reciente fallecimiento de Christian Figuereido, un fisicoculturista brasileño campeón del Musclecontest de su país. El deportista falleció a los 29 años por un derrame cerebral mientras era intervenido en quirófano por unos nódulos en el hígado.
Roberto Amorosi Hernández, fundador y CEO de la Escuela de Culturismo Natural y presidente de WNBF SPAIN, defiende esta corriente del culturismo en la que no se utilizan sustancias dopantes. «Si hicieran controles en el culturismo no competiría nadie. Nadie en Mister Olympia -el evento más famoso del culturismo- ha dado positivo nunca. No se hacen controles y todos los participantes dan por hecho que es así».
«Se intentó que el culturismo entrara en los Juegos Olímpicos y tanto la WADA como el COE dijeron que ni de coña por no cumplir los estándares antidopaje», añadía. «Pero hay otra cosa más grave y es que al final el que paga el pato es el chaval que empieza en el gimnasio y se encuentra con esta fauna y estos referentes que te enseñan a doparte. Personas que sin ser endocrinos, médicos o nutricionistas prescriben fármacos y los suministra. Se ha convertido en un problema de salud pública», afirmaba Roberto Amorosi.
«La gente relaciona química con gimnasio. Es su coletilla. Un deporte donde se premia al que más se droga y los referentes a nivel mundial te dicen que se meten de todo y no te lo recomiendo, pero muchos hasta han montado sus escuelas para formar a la gente sobre cómo meterse con la excusa de qeu salvan vidas. Como si tuviéramos esecuelas para anoréxicos», relata desde la Escuela de Culturismo Natural.