Desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de las fuerzas rusas, en febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, nunca ha defendido su posición ante foros internacionales relevantes y realmente globales. Considerado como un agresor brutal en decenas de países occidentales y en riesgo de detención por una orden de la justicia internacional en más de cien, ha evitado en este tiempo participar en foros relevantes como el G-20 o la Asamblea General de la ONU. Pero, este miércoles, Putin ha aprovechado una cumbre virtual del G-20 para colocar su mensaje ante una platea global. En ella, ha tratado de mostrar una disposición al diálogo para “parar la tragedia” de Ucrania, y de subrayar lo que muchos consideran una doble moral de Occidente entre aquel conflicto y el de Gaza.
