Renault es el único fabricante tradicional de vehículos que ha apostado por segregar completamente el negocio de los coches eléctricos de los de combustión. Ampere es la sociedad sobre la que descansará la fabricación de coches cero emisiones, que el grupo ha anunciado este miércoles que espera que alcance los 10.000 millones de euros de facturación en 2025 y los 25.000 millones en 2031 (el grupo ingresó 46.213 millones en 2022). El consejero delegado tanto de Renault como de Ampere, Luca de Meo, también planeaba sacar a Bolsa la nueva compañía, una operación que ya se ha retrasado y que en un comunicado previo a la celebración del Día del Inversor para poner en valor esa sociedad se considera ahora como “potencial”. De hecho, según recoge la agencia Reuters, la compañía estaría buscando alternativas a esa opción en el caso de que no se obtuviera la valoración esperada para la nueva compañía, situada en torno a los 10.000 millones de euros.