No sería real afirmar que el presidente del gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no tiene quien lo defienda. Desde el Gobierno y desde su partido se sale en su defensa con frecuencia diaria, ya que diarios suelen ser los ataques personales y políticos que recibe. Aun así, el jefe de Gobierno ha otorgado más poder a María Jesús Montero, con su ascenso a la vicepresidencia primera. La también ministra de Hacienda ejercerá como su número dos tanto en el Ejecutivo como en el partido, donde es vicesecretaria general. En ella confluirán todas las competencias de negociación con los grupos afines, con los más alejados y con los que se encuentran absolutamente en sus antípodas, como el PP. A ella le corresponde poner en marcha la negociación sobre financiación autonómica, con el suplemento de la quita de la deuda que las comunidades tienen contraída con el Estado. Su habilidad para negociar con las posiciones más alejadas y el conocimiento exhaustivo de los temas han hecho de Montero la persona de mayor confianza del presidente. Sobre ella y sobre el ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, bascula todo el Ejecutivo, señalan diferentes interlocutores gubernamentales.