Definir al mejor deportista español de todos los tiempos en una columna de opinión no es nada fácil y menos un día como hoy. Es cierto que no nos pilló por sorpresa la noticia de Rafa Nadal, pero se te parte el alma cuando escuchas, detenidamente, ese vídeo de 4:45 minutos que utilizó para anunciar su adiós del tenis profesional. La frase “en esta vida todo tiene un principio y un final y creo que ahora es el momento adecuado” lo resume a la perfección. Porque nuestros ídolos, como cualquiera de nosotros, también escriben sus puntos y aparte vitales.
Desde nuestra visión periodística, hoy ofrecemos en nuestras ocho primeras páginas un merecido tributo al campeón que ha sido Rafa, aunque realmente se quedan cortas para explicar todos sus éxitos profesionales dentro de una pista de tenis. Su legado son los 22 Grand Slams: 14 Roland Garros, cuatro US Open, dos Wimbledon y dos Open de Australia. Sin olvidar sus cinco Copa Davis, sus dos oros olímpicos, sus 11 Montecarlo, 10 Roma, 12 Barcelona o cinco títulos en Madrid para llegar a los 92 trofeos de primer nivel que acumula en su palmarés.
Ayer, Nadal confesó que sus dos últimos años han sido complicados. Y lo vimos. Lo notamos, pero tampoco dijimos nada. ¿Por qué? Porque él mismo lo había repetido hasta la saciedad. “Cuando llegue el momento, lo sabréis”. Escogió un emotivo formato cuidado al milímetro y repleto de reflexiones de vida que cada uno puede llevar a su terreno. Echaremos de menos su determinación, perseverancia y pasión por lo que, además de ser su ‘hobbie’, era su trabajo. Echaremos de menos las tardes de domingo vibrando con sus finales.
En París, Madrid, Roma, Montecarlo y Barcelona nos ha regalado momentos inolvidables para el deporte español, incluso, a los que no amaban este deporte. Me quedo con esa capacidad de emocionar. Horas de espectáculo para transmitir que si quieres, puedes y que si verdaderamente tienes un sueño, no debes abandonarlo jamás. Ahora, le llega el momento de frenar. De mirar atrás. De asimilar todo lo vivido y, sobre todo, de disfrutar de los suyos. Su gran pilar de vida. Los que también le han llevado a convertirse en lo que es hoy. Te echaremos de menos, Rafa.