Superadas las 20 noches de algarada, las concentraciones de protesta contra la amnistía y contra el PSOE que se llevan a cabo en la calle Ferraz de Madrid arrojan ya un saldo de 96 detenidos. Son todos aquellos sobre cuyo comportamiento han levantado acta tanto los antidisturbios como agentes de información de la Policía Nacional desde que, el pasado lunes 6, practicaron las tres primeras detenciones en pleno escrache.
Ese centenar de personas se enfrenta ahora a procesos judiciales de los que, dependiendo de los delitos, pueden dejarles en su curriculum penas de prisión de entre tres meses, un año y cuatro años y, con más seguridad, multas que rondan los 3.600 euros, resultado de aplicar una sanción diaria de 20 euros durante seis meses.
Todos los detenidos -cuatro de ellos días después de su identificación por la Policía– han sido denunciados por delitos de la colección del artículo 550 y siguientes del Código Penal, el capítulo de las alteraciones del orden público. Entre los arrestados, hay al menos 15 acusados de atentado contra la autoridad, y 60 por desobediencia, según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid. Sobre la práctica totalidad de los detenidos recaen también actas por desórdenes públicos.
El ataque a agentes de policía, la incitación al público a dañar la vía pública o el mobiliario urbano, la resistencia y la desobediencia a los antidisturbios son las figuras principales que llenan los informes policiales que la Policía Nacional ha ido completando en estos convulsos días de noviembre en Madrid.
Cómo se defienden
A semejanza del cuadro de consejos que corría entre manifestantes de la kale borroka vasca en los años 90, o los de Tsunami Democràtic en la Catalunya del 19, los incómodos se trasmiten por variados chats y redes sociales una serie de consejos para actuar durante las 48 horas que puede durar la detención. El principal de esos consejos es no hablar, no declarar nada a la Policía si no es en presencia de sus abogados.
Los encausados que ya han pasado antes por el proceso aconsejan a los novatos. Entre otros comportamientos, prescriben no fiarse de agentes policiales que les muesrtren simpatía o cordialidad por «ser de Ferraz», ni tampoco obedecer conminaciones para declarar. Al candidato a la elección se le recomienda también memorizar el número de teléfono de un abogado privado si no quiere terminar en manos de uno del turno de oficio después de que la Policía le retire el teléfono móvil y solo le permita hacer una llamada por el teléfono del centro de detención.
Todos los detenidos en escraches nocturnos son transportados a un centro de detención en el distrito madrileño de Moratalaz, donde pueden pasar dos noches. Los ultras más activos ya han sido avisados por los veteranos de que pasarán la noche con escaso abrigo y poco sueño, con luz y tubo de climatización apuntando hacia su cuerpo.
Con la chusma
Para el caso de que se vieran en una misma celda «con chusma», dice uno de los veteranos, si los delincuentes comunes les preguntan por qué están allí, recomiendan contestar que «por atentado», y los dejarán en paz.
Los juzgados de Instrucción 25 y 37 de Madrid investigan la mayoría de las detenciones. Los titulares de ambos juzgados pusieron en libertad sin medidas cautelares a 26 de los arrestados el pasado 15 de noviembre, tras uno de los lotes de detenciones más importantes de las lagradas: 24 capturados el jueves 9 de noviembre.
Este jueves, la Policía detuvo a cuatro más -entre ellos Pablo Lucini, dirigente madrileño de la formación ultra Democracia Nacional– no en Ferraz, sino yendo a por ellos a sus domicilios como fruto de la revisión posterior de vídeos y otros indicios policiales.
Los abogados de los detenidos, principalmente un bufete cercano a dirigentes de la ultraderecha madrileña, aconsejan a los familiares de quienes se lleva la Policía que acumulen pruebas de su arraigo familiar y social: certificado de empadronamiento, libro de familia, contratos de trabajo, certificados o matrículas de centros de estudios… para poder pedir al juzgado la ausencia de medidas cautelares y, posteriormente, la pena más reducida posible.
Buscando dinero
De momento, el colectivo de la protesta está llevando a cabo cuestaciones económicas convocadas en redes sociales, a menudo bajo el eslogan “Libertad patriotas detenidos”. La recogida del dinero, en cantidades no fijadas, se llleva a cabo a través de la plataforma de micromecenazgo GiveSendGo, con la razón “Visita de Ferraz en Noviembre” y con un influencer próximo a la formación neofalangista Hacer Nación como destinatario.
La causa que se argumenta en esta petición de fondos es el pago de multas, pero también de costas judiciales. Su objetivo es reunir 10.000 euros. Hasta la noche de este jueves llevaban 5.978.
Hay también una recogida de fondos promovida a través de colgantes con las dos letras N y la cruz del logotipo de Noviembre Nacional, la marca que ha sido creada para tratar de aglutinar a los ultraderechistas que participan en los escraches.
Los vendedores de ese adorno sostienen que la recaudación es toda para ayuda de los detenidos. De su precio original en redes sociales, 53 euros por el colgante y la cadena, ambos de plata, han pasado ya a ofrecerse en eBay por 83.