Un dilema progresista

Hace algunos días atrás, se produjo una breve controversia en el Comité Central del Partido Socialista. Mientras el ánimo mayoritario entre los socialistas se pronunciaba por rechazar el proyecto minero Dominga debido a daños al medio ambiente en un espacio de gran belleza e importancia de la flora y fauna, el expresidente de la tienda, Osvaldo Andrade, colocó un gran tema respecto del cual hay que tomar posición. Esta polémica, con independencia de su resultado, fue muy interesante, ya que puso en tensión dos valores del socialismo: uno constitutivo (el de los trabajadores) y otro sustitutivo (el medio ambiente). Dicho de otro modo, en esta controversia se encuentran enfrentados la razón de ser del Partido Socialista (un partido de trabajadores) y ese gran problema civilizacional de estos tiempos que es la protección de la naturaleza y de ecosistemas que pueden entrar en colisión con proyectos de inversión y desarrollo.