Xavi ha recibido esta semana más apoyos públicos que nunca. El técnico blaugrana, que se siente cuestionado por las críticas (lógicas, por cierto) de una parte del entorno y de ciertos medios de comunicación por el mal juego de su equipo, se enfrentaba a un largo parón de selecciones con cierta preocupación por su futuro. Sin embargo, ha visto como las ‘fuerzas vivas’ del barcelonismo han saltado al ruedo para echarle una mano y enviarle mensajes de ánimo y tranquilidad.
Deco, director deportivo, ha asegurado que “Xavi es el entrenador perfecto para este proyecto”. El presidente Laporta ha señalado que “estamos totalmente al lado de Xavi”. Su excompañero y amigo, el eterno capitán Puyol, le ha defendido con el argumento de que “estoy seguro de que sabrá gestionar esta difícil situación y transmitir confianza a los jugadores”. Incluso Piqué, víctima de la revolución del vestuario protagonizada por Xavi, le ha respaldado afirmando que “es el indicado para darle la vuelta a esto y volver a jugar bien”.
RAFA MÁRQUEZ, POSICIONADO
El técnico del Barça debería sentirse satisfecho con todos estos elogios… pero él, mejor que nadie, sabe que un entrenador vale lo que valen sus resultados. Su cargo, por supuesto, no corre peligro. Pero el entorno ‘interno’, que acostumbra a ser mucho más maligno y tóxico que el ‘externo’, ya ha sacado a pasear el nombre de Rafa Márquez. Como el que no quiere la cosa, el mexicano se ha posicionado como una alternativa muy bien vista por aquellos que mandan y mucho en el Barça.
Ya hace semanas que las alabanzas al técnico del B se van filtrando, sin ningún interés aparente… por ahora. Su buen trabajo en el filial y su excelente conexión con los círculos de poder blaugrana le han convertido en un as en la manga, listo para dar el salto cuando sea necesario. De momento, no lo es. Insisto, Xavi no corre ningún peligro porque, como también dijo Laporta, el equipo está “en la pomada” en todas las competiciones.
SIETE ENCUENTROS VITALES
Sin embargo, el Barça afronta a partir de la próxima semana un calendario muy exigente con siete partidos antes de acabar el año. Especialmente complejos son sus enfrentamientos en la Liga: visita el campo del Rayo, recibe al Atlético y al Girona en Montjuïc, viaja a Valencia y cierra el 2023 con el duelo más asequible en casa ante el Almería. En la Champions, aunque no está matemáticamente clasificado para octavos tras la sonrojante derrota con el Shakhtar, solo necesita sumar 3 puntos de 6 ante Oporto y Amberes.
Xavi tiene la oportunidad, en estos siete encuentros, de reforzar su proyecto aprovechando el regreso de todos los lesionados. Aunque también se enfrenta al peligro de amplificar la crisis si el rendimiento del equipo no mejora al nivel de las expectativas generadas. Veremos hacia dónde se inclina la balanza…